Las rocas del Garraf
Te acompañan a lo largo del camino.
Largo, sinuoso, precavido.
Exultantes se yerguen ante el mar
que las provoca
y el viento que lima sus filos, que silba.
Ante los humanos
destructores,
admiradores y sin embargo
ausentes.
Maravilloso camino y sin embargo
constante peligro
como los recovecos de la vida,
tras las curvas
en las sombras,
te aguarda lo desconocido.
Qué poder de atracción
ejercen sobre mi imaginación
tus oquedades,
como un refugio, como una guarida
tus luces, tus sombras
siempre cambiantes.
ALz 2011
