jueves

ARCOY y las flechas




Y una increíble sucesión de planos curvos. 

Curvos como el espacio tiempo sumido en las ondas gravitacionales en que estamos inmersos.

Sin poderlo prever, una sucesión de contratiempos con la aerolínea se está convirtiendo en una feliz sucesión de acontecimientos que tienen el poder de hacerme cambiar de localización espacio-temporal por completo durante unos días.

Si me han dado un limón, lo he convertido en una limonada.
Lo cual es estrictamente cierto.


Todas la flechas del quiero, pero no puedo -olvidarme de mis múltiples ocupaciones, incluyendo las pre-y el período post-,  apuntan a que,  ya demostrada la capacidad de adaptación a los cambios de quien suscribe, y que el mapa de la península es centrípeta, he decidido dejarme caer como una masa inerte en el campo gravitacional que me mueve y me acerca, inexorablemente, hacia la capital del reino.

Alz.