jueves

Hay que tener valor



¡Sí, señora, con un par!

Con un par, significa tener valor, adentrarse en lo desconocido, atreverse a hacer algo costoso o difícil, aventurado, que causa pavor o cuesta arriesgarse, poner la hormona creada por las gónadas masculinas como impulsoras del arrojo, empuje o valor, eso, ¡con un par de huevos! De eso precisamente se trata. De tener la testosterona que nos falta.

Tranquilas, señoras, en menores dosis, las que tenemos ovarios también generamos testosterona, y nuestro valor no se pone en duda. cuando digo que hay que tener valor me refiero a otra cosa. En la actualidad se realizan tratamientos con testosterona a las mujeres maduras que buscan el rejuvenecimiento corporal, la recuperación de la líbido y alcanzar un estado de plenitud sexual. Dicho con palabras menos elegantes, pasarse el día follando. Suena de maravilla, vaya, para hacer cola en la consulta del médico a por las recetas. Pero para comenzar, esta substancia por sí misma es capaz de cambiar el modo de funcionamiento cerebral de una persona, entre otras cosas.  Y ahí es cuando la liamos.

Juzga por tí mismo/a esta prueba: Esta es la foto del escáner de una chica a la que se le estuvo suministrando testosterona con el propósito de lograr su masculinización, en un proceso de cambio de sexo sometido a estudio científico; el tac de la izquierda está tomado al principio, antes de iniciar el tratamiento, y el de la derecha, a los seis meses de iniciado el tratamiento. En ambas ocasiones la chica estaba realizando el mismo experimento: intentando interpretar las emociones que veía reflejadas en los rostros de unas  personas cuyas fotografías se le enseñaban. Las zonas rojas de la derecha demuestran que la actividad cerebral es mucho mayor tras las dosis de testosterona, cuando a la chica le estaba costando mucho más interpretar las emociones que visionaba. (fuente, programa de Discovery Channel) El manejo de las palabras también empeoró en los experimentos. Nada nuevo o inesperado, por otra parte. Entre otras cosas, queda demostrado el por qué que los hombres no se enteran de nuestros sentimientos y son incapaces de explicar los suyos claramente, aunque a estas alturas eso ya no nos importa.

Supongo que habéis llegado ya a la conclusión, y para los que no, explícitamente: ¿alguien sabe por qué Jane Fonda anuncia que ha encontrado precisamente en la testosterona su principal aliado contra los signos de la vejez? Pues porque en bajas dosis produce unos efectos sumamente apetecibles para las féminas: estimula la líbido, aumenta la masa muscular y redistribuye la grasa corporal; los efectos secundarios inmediatos aludidos, menor respuesta a las emociones y facilidad de palabra no parecen tan graves (al menos los hombres conviven con ello desde la prehistoria), pero entre sus efectos secundarios, si bien improbables y discutidos por las farmacéuticas, están el cáncer de mama y los efectos cardiovasculares. 

Bueno, chicas, por eso os digo que cada una piense si vale la pena; yo lo tengo claro: para afrontar los años que pasan y la vida, ¡Hay que tener valor! 

Y si no lo tengo,  me lo inyecto.

ALz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario