viernes

Juegos Valientes






No voy a hablar del pasado, pero al fin juntos y ahora somos dos: dedicándonos yo a tí y tú a mí. Es tan efímero que vuela, igual son unos minutos, unas horas... ¡total! si es solo tiempo... Esto es lo que todo el mundo aspira conseguir y no se da cuenta, —un instante consciente—, yendo erráticamente y a contramano. Esto es lo que hay, esto es lo que verdaderamente importa, y mira, lo tenemos. Lo tenemos ahora, que bonito, ¡joder! y si no te fijas no lo ves. Mañana no importa, y si algún día lo dejamos o nos vamos, ambos seremos un grato recuerdo donde no cabe ni el sufrimiento, sino la amistad, el apoyo y el amor. Que más da el tiempo que— haya durado.

Sí, vamos a decir las cosas por su nombre. Ya no temo a esta palabra; el cariño tiene muchas formas, muchos grados, muchos destinatarios, y el amor muchos nombres. Éste es sólo uno de ellos. Cuando te muestras quien eres realmente y te mueve el amor al relacionarte con otras personas todo se transforma: aceptas quien es como es; no entran, se van o echas del mapa a quienes se alimentan de provocar el dolor ajeno porque no tienes carne donde morder, y... —la vida es bella—, cobra sentido la existencia. 

Ha pasado otro año en un suspiro, con sus cosas. ¿Te has fijado que es el día de nuestro aniversario?  No me pidas compartir la vida, no me traigas un anillo. Sólo buscamos motivos para compartir unas risas, y vamos a celebrar el día dedicado al enamoramiento mundial y pesar de todo, lo mucho que disfrutamos con él; te propongo: To play a game, again. 


Recuerda cuando jugábamos a hacer que estábamos truly in love, —cierra los ojos... ¿lo tienes?— cómo nos mirábamos dentro las pupilas, atendiendo hasta la más nimia de las palabras... ya estudiando nuestras expresiones, los gestos, —¡ja!— y al fin sin escuchar ni una sola palabra... cómo nos deleitamos el uno con el otro y como no recordábamos ese estado, casi caemos en el almíbar que empalaga las pasiones reales... —Pero molaba, ¿eh?— 

Algo me dijo que estaba en presencia de la persona adecuada para compartir esta experiencia cuando nuestras palmas se unieron e, incapaces de mentir, sostuvieron las caricias. Esa energía recién generada por los dos quiso permanecer allí y después,  tus dedos abrazaron mis manos una y otra vez, sintiendo. No había miedo, y me gustó.

Como ya sabemos lo que nos gusta en esta ocasión exploraremos otras mieles y otros jugos mas... carnales. ¡Ea, poner en marcha la pasión! Inventamos sobre la marcha un juego galante. Las reglas, las del buen gusto yendo un paso más allá. lo que haga falta. No se trata tanto de cogernos las manos, como de meternos mano. —¡Uhm...!— Sencillamente, quiero sentirme seducida a cada instante todo el día, como la noche de conocernos; no digo que mi papel sea pasivo pero tendrás que estar más activo que de costumbre. (Besos a discrección.)

Te asustarás. —¡Te va a costar mucho mojar esta noche!—Pero tú vas a hacerlo hoy para mí, para celebrar este día especial con otra fantasía; olvídate del aburrimiento, vas a intentar ligar conmigo, todo el tiempo. Yo te contestaré depende, pasando de tí, haciéndome la desentendida, tímida algunas veces, para que insistas; otras como ya sabes... así mientras estemos juntos. 

Las conoces, pero inventa otras teclas que inciten mi deseo, y yo haré lo mismo con el tuyo. Coquetear.  Recuerda aquel día en la playa y el calorcito del sol. Tan a gusto juntos, mirando el mar. Vivíamos el momento mientras el nivel de temperatura corporal iba subiendo hasta casi llegar al punto de no retorno, haciéndolo durar lo indecible... —¡Guau!— Recuerda cuando me apoyaste contra la baranda y respondí a tus besos haciéndome la escandalizada mientras unos niños pasan a nuestro lado... Recuerda cuando con la rodilla palpé la dureza de tu entrepierna y pensé complacida... ¡vulnerable y en forma!... Recuerda algo.

Ya sé que estás siempre dispuesto, pero te advierto que hay que ganárselo en cada ocasión, como en aquellos días de fascinación. No llegaremos a casa ni a la cama hasta muuchas horas después, tienes tiempo. Te dejaré intentarlo al abrirme el coche, te incitaré al cerrarse el ascensor, seguirás con la idea mientras hacemos las compras, te mandaré notas calientes en pausas de trabajo, y haré que desees llevarme en volandas a la habitación... y tú... lo que se te ocurra pero picante, y si es inteligente, mejor. ¡—nada más y nada menos!—

Impongo ciertas condiciones. Si no alcanzo el nivel de deseo requerido para desnudarme imperiosamente, nada de nada. Eso quiere decir que tendrás que esforzarte en la seducción, que se convierta en tu meta, en tu propósito central del día. —Disfruto tanto cuando lo haces...— ¡Ah!, y no tengas prisa, tenemos tooodo el día. Recuerda que de cero a cien en un minuto soy incapaz de ponerme, no soy un coche. Y que el premio, de persistir, será... la estela de la luna llena en mi cama.

Los juegos valientes, calientes, serán éstos: seducción y sexo a todas horas, pero complicado. Juego desvelado, no te lo iba a poner tan fácil. Es imposible que no quieras jugar a esto, pero es posible que no lo logres. Valen todas las artes amatorias para provocar la líbido, etcétera. (Se admiten las flores, armas tradicionales; pero las mentiras no.) A todo esto, sosténme la mano, siente y calla; no me digas que me quieres. Ya ves, es que somos de complicadas las tías...

Luego te diré, al día siguiente, que has sido un buen consorte, que estás a la altura, y que eres un buen amante y un buen tipo. —O sea, un tío evolucionado.— Que has pasado con nota el filtro exigente autoimpuesto, fuera y dentro del lecho. Entre la cosas que hicimos entre medias, intentando mientras tanto ser conscientes del juego, entre todas las personas con quienes hablamos. Y te diré gracias. Y esperaré que tú me digas que ha valido la pena sucumbir a mis caprichos psicológicos y que, cuando estás, estás a gusto a mi lado. 

Feliz San Val.

ALz.

5 comentarios:

  1. Pues sí, Assum, bonito día de pasar el sanvalentín éste de marras.
    Pero para variar, yo me pido ser por un día la seducida sorprendida, sin resistencias, sin exigencias, sin condiciones.
    Besos.

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  2. Ya. Pues mientras ese día llegue, habrá que tomar iniciativas como ésta... aunque sea sólo fantasía... ¿no crees?
    (Bueno, lo que hay de fantasía y lo que hay de realidad en un post como éste no lo voy a desvelar...)
    Ya te debes imaginar que urdir me pone.
    ¡Besos!

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    1. Siempre hay mucho de realidad.

      A mí tambiren me pone urdir, y más llevarlo a cabo jajajaja,
      Besos.

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    2. Sí, ésta es mi chica...
      Jugando a juegos inocentes o valientes o calientes estamos dando sal a la vida...
      A estas edades, ¿quién quiere jugar a las casitas?
      Picos.

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  3. Puedes estar plenamente cinco minutos con una persona y dar y recibir cariño, seducción y sexo por igual. No en el sentido ordinario de los términos. De hecho todos lo hacemos en alguna medida en todas nuestras relaciones con terceras personas. Ya sabemos que cuando no se pueden lograr caricias positivas de una persona, se buscan las negativas. Algunas se pasan la vida haciéndolo. El juego que he propuesto es el juego de la vida. Y no voy a desvelar si éste día concreto lo jugué o el resultado del mismo... A tí, ¿Qué te ha sugerido?

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