viernes

Locales locales





-Los locales de playa en mi localidad ya no son como los de antes.
-Pero a mí locales de ahora me gustan un rato más y además me parecen más sexys que antes.
-Eso debe ser por la gente guapa y con pasta que ronda por allí.
-Si tu lo dices será por eso.
-Lo que yo digo es que ahora todo es glamour, tienen almohadones y lounges; hay todo tipo de sushi, crudités y girasoles; por no hablar de los jóvenes y bien parecidos asistentes casi desnudos y... sobre todo todo, lo que me encanta es que puedes comer tumbado.
- No digo que me parezca mal, pero comer así es una guarrería, oye.
- Y estas decoraciones que se parecen más a un salón de casa que a un quiosco de playa, si no fuera por el idílico paisaje, puedes llegar a encontrarte como en casa, lo que aquí te clavan y en casa no te dejan comer en la cama desde... uff.
-Ja ja, a mí nunca.... ¿y a ti desde cuándo?
-Bah, a mí.... hace cantidad de tiempo que no como tumbado, uhm... recuerdo algún que otro desayuno de novios, pero eso no cuenta ahora porque aquello más que comer era mermelada con sexo mañanero... y el café siempre lo tomamos frío....
-Sigue, sigue, qué interesante.....
- No te hagas ilusiones, hace tanto tiempo de lo de la mermelada... que ya casi no me acuerdo... más que de las migas de la tostada rodando después entre las piernas y de un café que me tiró encima....
- Como siempre acordándote del lado malo, si serás jili...
- Yo... comer, comer, lo que se dice comer, creo que no como en mi cama desde una vez que estuve enferma cuando era una niña pequeña y creo que tenía fiebre porque vino el doctor a casa a visitarme y recuerdo que mi madre me hizo levantar antes para cambiar las sábanas...  pero luego no me dejó levantar a la mesa y me hizo comer en la cama y... uff, te sabría decir qué me dio, sopita blanca de pescadilla con una patatita, que me supo horrible allí encamada...
-¿Todavía lo recuerdas?
-¡Ay! qué tiempos, qué tiempos...
-¿Y si nos vamos a comer en las camas de la playa?


1 comentario:

  1. Los findes desayuno en la cama. Y un libro (si no hay otra cosa a mano).
    Y sí, suelen peligrar las sábanas, pero es que a mí me gusta vivir peligrosamente :P

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