lunes

El viento sur





Agosto y la calle abrasaba. 
Para qué quiero tu aire, si me quema. 
Para qué quiero tu viento, si me ahoga.

*

La heroica ciudad dormía la siesta. 

El viento sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el norte. 

En las calles no había más ruído que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles, que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina, revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles.

(Como Clarín inicia La regenta)






1 comentario:

  1. Ya nadie se toma la molestia de seducir a una Ana Ozores, y menos en un agosto abrasador.¡Es una lástima!
    Saludos.

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