Por su amor, por su consejo, por la guía que me han prestado y que me acompañará siempre. Por ellos, por los antiguos linajes que ostento y por la sabiduría que me legaron.
Por la luz que me ilumina y por la fuerza que me alienta. Por honrarles miraré lejos, apuntaré alto y me encomendaré al cielo y al universo.
Por esta persona criada con orgullo bajo su tutela, en altos valores, con mis palabras y mis rasgos que son los de mis ancestros.
Va por vosotros, que pervivís en mi memoria y habéis sido perpetuados en el núcleo de mi ser. Va por mí, que aún me queda por hacer aquí. Va por quien de mí desciende y me sucede.
Dadme fuerzas, he de seguir adelante con coraje, caminando, sin detenerme, sin mirar atrás.
¡Brindemos!
Alz.
Imagen: La Transformación, fragmento. Óleo sobre lienzo.
(Y la calabaza de mi casa.)
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