Carta abierta a un remolino en el mar.
Querido volcán del mar de Las Calmas:
Has salido un poco para que te veamos, o mejor te adivinemos, ya que nadie por aquí tiene los medios para entrar en las profundidades y verte a tí.
O el que los tiene no los quiere arriesgar, o las aseguradoras no les dejan, que para el caso es lo mismo. Haría falta un capitán trueno dispuesto a arriesgar su vida y su patrimonio por ver tus lavas o tus lodos, y como comprenderás, ya no quedan de ésos.
Después de los temblores, después del tremor, después de las partículas negras humeantes, después del remolino, después de los peces asfixiados sobre las olas del mar de la Calma.
Después de todo, nada.
Te has callado, te has apaciguado y has dejado a todo el mundo sobre ascuas y con olor a azufre.
O temblando por si despiertas repentinamente.
He aprendido tanto contigo en estos días,
de la tierra y también del hombre.
Te echo, te echamos de menos.
Algunos por aquí, desean verte, algunos ya piensan en una isleta redonda que generarás con tu edificio de lava si te esfuerzas un poquito.
Otros en lo que han dejado de ganar por la pérdida del turismo, del campeonato de buceo, de la falta de pesca por estos días de inactividad.
Otros en los pingües beneficios que les ocasionará en el futuro tu presencia, el turismo, los buceadores, la pesca, los miles de visitantes que haremos cola para pisarte.
Otros en los problemas patrimoniales que la accesión de terreno les comportará, de quién será, a qué municipio se integrará, si conformará una isla diferente o será parte de la existente.
Otros en los concejales y políticos irán y en los que pondrán y quitarán.
Otros, en los vulcanólogos admitidos y en los desposeídos debido a su palabra certera y sin censuras.
De momento tus habitantes no quieren volver a la boca del lobo; huele mal, y sientan muy mal tus humos; las compañías aéreas ha subido el billete un trescientos por cien para ganar tajada.
uy, perdón, la ley de la oferta y la demanda.
y ya veremos los alquileres, los hoteles...
Nadie puede acercarse a tí, y eso que nos gustaría ir.
Pero mira, la avaricia rompe el saco.
Igual tenemos que esperarte semanas, meses, años o siglos a que despiertes de nuevo.
Te olvidaremos con las cosas de cada día.
Algunos ni te recuerdan ya.
Esperaremos que un día des un pepinazo y despiertes de golpe, dejando a los políticos, a los científicos, a los ciudadanos, sin aliento.
Como debe de ser.
Por eso formas parte de la madre tierra, y aquí
mandas tú.
Un saludo, y hasta pronto.
Que conste que te he cogido cariño.
ALz.
PD: Gracias a la información ofrecida sin descanso por canarias7.com, a los registros sísmicos del instituto geográfico, a las webs localizadoras de navegación marítima, y a los comentarios de tantas y tantas personas que nos abren los ojos a los no herreños, y no entendidos, que somos la mayoría.
Foto submarina del volcán. 25.10.11, publicada en canarias7.com
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