Pues nada, que me encanta permanecer y hacer permanecer a otros en la friend zone. Y
que me gustaría mantener muchas friend zones en mi vida. Sería señal de que
tengo mucha gente en quien confiar y me sentiría mucho más segura o respaldada
en mi trayecto personal.
No entiendo por qué no existe la
simetría en una relación, en lo relativo a atracción sexual, intenciones y propósito; pero eso, no lo entiende
nadie. Circunstancias de la vida o como lo quieras llamar. Algunas veces se da una feliz coincidencia que dura un tiempo, o un suspiro. Lo normal y esperable es que se dé y también no se dé.
Me gustaría que una relación pueda continuar en la cómoda friend zone cuando el no-a-más se ha dicho, o cuando el never more se ha producido. Conformarse ante la realidad,
aceptar las cosas como son y volver a su sitio, para seguir adelante. -No puede ser, -dijo un ego herido.
Se trata de reconocer como valiosa esa relación o amistad. Saltarse la friend zone para consumar una
mediocre o no deseada experiencia sexual; o la expectativa de una negativa, es algo demasiado
arriesgado, en ocasiones; si de conservar la relación se trata.
Parece ser una ventaja de la friend zone cuando,
manteniendo un cierta química, se permanece en una estimulante y controlada zona,
donde no se va más allá de ciertas cortesías. La mujer se siente cortejada
y el hombre impelido y estimulado. Lo digo desde la teoría de la heterosexualidad. Bueno, creo que funciona por un rato. Luego llegan las incomodidades, los sentimientos de humillación, el despecho y la venganza.
Tiembla, hembra. El peligro, ante quien decide pasar a las manos y encuentra rechazo: se acabó la amistad y todo lo que se daba. Por ejemplo, el trabajo; ¿te parece poco? No diréis que falten ejemplos. Mientras hubo vida –friendzone- había
esperanza. Luego se acabó. A veces esto sucede inusualmente pronto.
Es preferible no dar pie a dejarse pisar.
Obra propiedad de particular, se expuso en Can Teixedor.